miércoles, 10 de diciembre de 2008

Hola Maestra

Disculpe no se lo puede mandar a su correo (creo que lo anote mal).. y me dio verguenza hablale de nuevo.

Le dejo mi trabajo y Gracias..

ÁCIDO DOCOSAHEXAENOICO (DHA) EN EL DESARROLLO FETAL Y EN LA NUTRICIÓN MATERNO-INFANTIL


El ácido docosahexaenoico (C22:6, DHA), es un ácido graso altamente insaturado (posee 6 dobles enlaces) y que pertenece a la serie o familia de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena muy larga (superiores a 18 carbonos). El DHA en el desarrollo y función del sistema nervioso y en el órgano visual en el feto y el recién nacido, y la nutrición de la madre el consumo de este ácido graso, particularmente durante la gestación y la lactancia.
1. Característica Estructurales del DHA
El DHA es el ácido graso más poliinsaturado (con mayor número de dobles enlaces) que es posible encontrar en cantidades apreciables en los tejidos de los mamíferos(1). El DHA es un ácido graso omega-3, al igual que el ácido eicosapentaenoico (C20:5, EPA) y el ácido alfa-linolénico (C18:3, LNA), porque su primer doble enlace se ubica en el carbono 3, contando desde el extremo más alejado del grupo funcional ácido (grupo carboxilo), que caracteriza a todos los ácidos grasos. Existen otras familias de ácidos grasos; la omega-6, en la cual el primer doble enlace se ubica en el carbono 6. El ácido linoleico (C18:2, LA), el ácido araquidónico (C20:4, AA) y el ácido docosapentaenoico (C22:5, DPA), son los ácidos grasos más importantes de esta familia. Finalmente, la familia de los omega-9, denominada así debido a la ubicación del primer doble enlace en el carbono 9, tiene como representante más importante al ácido oleico (C18:1, OL). Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 son considerados esenciales debido a que los mamíferos no pueden incorporar dobles enlaces en las posiciones 3 y 6 por lo cual estos ácidos grasos, o sus precursores más importantes, el LA en el caso de los omega-6 y el LNA para los omega-3, deben estar presentes en nuestra dieta(2). No ocurre lo mismo con los ácidos grasos omega-9. Estos sí pueden ser sintetizados a partir de ácidos grasos de menor complejidad estructural producidos por el propio organismo, por lo cual no son esenciales (2).

El DHA posee una estructura molecular muy particular debido al alto número de dobles enlaces que presenta. Su estructura espacial semeja un helicoide, similar al de las proteínas o al del DNA y su punto de fusión es muy bajo, inferior a -20°C, por lo cual, es un líquido bajo toda condición biológica (3). No se encuentra libre en la naturaleza, ya forma parte de los triglicéridos y de los fosfolípidos, moléculas que constituyen las estructuras de depósito y las membranas de las células, respectivamente.

La Figura 1 muestra la fórmula estructural del DHA.

Figura 1. Fórmula estructural del ácido docosahexaenoico (DHA).



2. Origen Nutricional y Ubicación Celular del DHA


El DHA no está presente en las fuentes nutricionales de ácidos grasos de origen terrestre, aunque sí lo está su precursor más importante, el LNA, quien se encuentra en relativa cantidad en los aceites vegetales extraídos de ciertas semillas, como es el caso de la soja, la canola o raps modificado, o la linaza(4). La fuente más importante de DHA son los organismos vegetales y animales de origen marino. Los componentes del fitoplancton, especialmente aquellos fotosintéticos, lo sintetizan con mucha eficiencia. Los peces y los animales marinos en general (mamíferos, moluscos, bivalvos, etc) lo incorporan a sus estructuras celulares como parte de la cadena alimentaría, aunque no se descarta que éstos tengan la capacidad de biosintetizarlo a partir de precursores más simples (5).


El DHA proveniente de la dieta o de la síntesis endógena, se encuentra prácticamente en todos los tejidos, lo cual es indicativo de su importancia. Sin embargo, es particularmente abundante en tejido cerebral, en los conos y bastoncitos de la retina y en las gónadas, especialmente en los espermios, tejidos en los que puede constituir el 40%-60% de los ácidos grasos poliinsaturados (6). También se le puede identificar en el plasma sanguíneo y en la membrana de los eritrocitos, que se consideran como buenos marcadores del estado nutricional general del DHA y también del AA, y de cuya relación se comentará más adelante (7).


3. Síntesis Endógena de DHA


El hombre y los mamíferos en general, con la excepción de los felinos, tienen la capacidad de sintetizar DHA a partir del precursor LNA (8). Esto ocurre gracias a un sistema constituido por enzimas elongasas y desaturasas, que aumentan el tamaño de la cadena de carbonos y que introducen nuevos dobles enlaces, respectivamente, a los ácidos grasos precursores. Estos procesos ocurren en el retículo endoplasmático celular (9). De esta forma, el LNA tras sucesivas desaturaciones y elongaciones se transforma en EPA y posteriormente en DHA.


La síntesis de DHA, y en general de los ácidos grasos omega-3, es un proceso interdependiente de la síntesis de los ácidos grasos omega-6. En efecto, ambos precursores, el LA y el LNA compiten por las mismas enzimas (∆5- y ∆6-desaturasas) en el proceso de transformación a sus respectivos derivados de mayor tamaño de cadena e instauración (10). Sin embargo, estas enzimas tienen mucho más afinidad por los ácidos grasos omega-3 que por los de la familia omega-6, por lo cual se requieren cantidades muchos mayores de estos últimos ácidos grasos para mantener una velocidad de síntesis adecuada a los requerimientos del organismo (11). De esta forma, un aporte dietario mayoritariamente constituido por ácidos grasos omega-6, como ocurre a partir del consumo de aceites vegetales tales como maravilla y maíz, puede inhibir significativamente la formación endógena de ácidos grasos omega-3, en especial de EPA y DHA, cuya consecuencia es motivo de estudio actualmente debido a que la dieta occidental aporta principalmente ácidos grasos omega-6 y muy poco omega-3 (12).


4. La Función del DHA en los Tejidos


Se han identificado muchas funciones bioquímicas del DHA, entre las que destacan sus efectos a nivel de la regulación génica (13), en el control del sistema inmunológico (14), como un posible segundo mensajero (15), todas ellas aún poco conocidas desde el punto de vista molecular. Sin embargo, su efecto en la función de las membranas celulares, a través de la regulación de la fluidez, es el mejor caracterizado. La presencia de DHA en las membranas las fluidiza, esto es, facilita el movimiento de otras moléculas a través de su superficie o en su interior hidrofóbico (16). Este efecto es particularmente importante en la formación y función del sistema nervioso y visual de los mamíferos. En el cerebro el DHA participa en la neurogénesis, en la migración de las neuronas desde zonas ventriculares a la periferia, en la mielinización y en la sinaptogénesis (17). En el órgano visual, facilita el movimiento de la rodopsina en los fotorreceptores permitiendo la transformación del estímulo visual en una señal eléctrica (18).


El DHA en el desarrollo del sistema nervioso. El desarrollo del sistema nervioso y en especial del cerebro, ocurre en el último tercio del período gestacional, esto es, en el caso del humano durante los últimos tres meses del embarazo. Es aquí donde comienza en forma activa la formación de las neuronas y donde el requerimiento de DHA aumenta considerablemente. No está claro aún si el feto en este estado del desarrollo es capaz de formar todo el DHA que requiere este proceso, por lo cual la participación de la madre aparece como crucial en esta importante etapa del desarrollo (19). En efecto, la madre traspasa activamente al feto sus reservas de DHA, acumuladas principalmente en el hígado y en el tejido adiposo. La movilización de DHA desde la madre al feto a través de la placenta, implica que la concentración de DHA en el cerebro (donde llega a constituir el 40% del contenido de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga) es mayor que la concentración en el plasma fetal y ésta, a su vez, mayor que la de la placenta y del plasma materno. Este proceso que ha sido identificado como biomagnificación es una demostración de la activa transferencia de DHA madrecplacentacfeto(20). Cabe destacar que la barrera hematoencefálica es impermeable a los ácidos grasos saturados, monoinsaturados y al colesterol, los cuales deben ser formados por el cerebro. En cambio es permeable a los ácidos grasos omega-6 y omega-3. La pregunta, aun sin una respuesta definitiva, es si en la etapa gestacional el cerebro puede formar DHA a partir del LNA que le transfiere la placenta, o si requiere de un DHA preformado dada su incapacidad para desaturar y elongar al LNA. En las etapas tardías del último trimestre gestacional los astrocitos adquieren la función de suplir con DHA a las neuronas en formación (21).


El DHA en la función visual. El tejido visual es una estructura derivada del sistema nervioso y que al igual que el cerebro tiene una extraordinaria capacidad para captar DHA desde el plasma, aunque tampoco está claro si también tiene la capacidad para formar DHA a partir de precursores de menor tamaño. En la retina el DHA forma parte de los fotorreceptores de los conos y bastoncitos (22). Estas estructuras de la membrana, asociadas a la rodopsina, participan en la conversión del estímulo luminoso en un estímulo eléctrico (depolarización de membranas) y en los procesos de transducción de señales que acompañan a este fenómeno. No hay evidencias que la retina pueda sintetizar DHA a partir de sus precursores. Sin embargo, este ácido graso es continuamente reutilizado en el tejido ya que el recambio de los conos y de los bastoncitos es muy activo (23). Estas células desprenden continuamente segmentos de la membrana (10% de su estructura diariamente) de la parte de ésta sensible a la luz (los segmentos externos de los fotorreceptores), que son continuamente fagocitados por las células del epitelio pigmentado de la retina, produciéndose así una activa reutilización de los productos de la fagocitocis, entre ellos del DHA (24).


5. Requerimientos Metabólicos del DHA


El cerebro y la retina de los adultos mantienen una cantidad relativamente constante de DHA en su composición lipídica, lo cual indica que estos órganos son a su vez relativamente independientes de las variaciones del aporte dietario de DHA. En el caso del cerebro, éste podría mantener un aporte constante de DHA a partir de su propia capacidad de síntesis. La retina se proveería de DHA a partir del aporte hepático, aunque como ya se comentó, este ácido graso estaría sometido a un activo recambio por reciclaje dentro del órgano visual, por lo cual los requerimientos de DHA plasmático serían más bien modestos. Sin embargo, en la etapa de gestación intrauterina y en el período post-natal, abarcando incluso los primeros dos o tres años de vida, el requerimiento de DHA por parte del cerebro y de la retina parece ser crítico y fundamental para la función posterior de ambos tejidos.


Durante el último tercio del período de gestación los requerimientos de DHA aumentan considerablemente. El feto tiene capacidad para formar DHA en el hígado, el que es exportado hacia el incipiente tejido cerebral. Sin embargo, aparentemente los requerimientos de DHA exceden a la capacidad de síntesis ya que la placenta capta DHA a razón de 60-70 mg/día desde el plasma materno para transferirlo al plasma fetal (25). Esta captación no es exclusiva para los ácidos grasos omega-3, ya que se estima que la captación de ácidos grasos omega-6 fluctúa en 500-600 mg/día (25). La captación de ácidos grasos omega-3 (principalmente DHA) por parte del cerebro y del cerebelo es mucho más activa durante la vida uterina que después del nacimiento. No ocurre lo mismo con los ácidos grasos omega-6, e incluso omega-9, cuya incorporación continúa en forma muy activa aun después del nacimiento (25).


El proceso de biomagnificación del DHA, ya comentado, y que implica una ávida captación y concentración de DHA por parte del feto, significa para la madre una reducción considerable de sus reservas de DHA, por lo cual ella debe suplementar su dieta con este ácido graso o con sus precursores (26). Esta situación se hace más crítica cuando se trata de embarazos muy seguidos o de alumbramientos múltiples. Durante el período post-natal el DHA que requiere el recién nacido es aportado por la leche materna, la que contiene una pequeña pero significativa cantidad de DHA (0,2-0,4% de la grasa láctea) y con una alta biodisponibilidad, pero que varía con las condiciones de alimentación de la madre. Esta situación pone en tela de discusión el uso de fórmulas que reemplazan a la leche materna y que no están suplementadas con DHA (y también con AA, como se discutirá más adelante). Se ha sugerido que las madres embarazadas y en lactación deberían recibir una suplementación de DHA de al menos 300 mg/día (27). En este sentido, algunos países europeos y la mayoría de los países asiáticos mantienen una ventaja en lo que se refiere al aporte perinatal de DHA, ya que desde hace algunos años cuentan con fórmulas que aportan diferentes cantidades de DHA y de AA al recién nacido.

El significado del aporte de DHA durante el período de gestación y después del nacimiento es considerado importante por algunos especialistas, quienes plantean que la deficiencia en el aporte de este ácido graso durante el período más crítico puede resultar en diferencias significativas en el desarrollo intelectual del individuo (25). Sin embargo, este aspecto, que puede resultar trascendental para el individuo y para el ambiente social donde se desenvuelve, no es plenamente aceptado por otros investigadores, quienes argumentan que varias generaciones han sido alimentadas con sustitutos de la leche materna carentes de ácidos grasos omega-3 de cadena muy larga (específicamente DHA) sin que sean apreciables las diferencias en la inteligencia y el desarrollo mental de éstos, al compararse con sus congéneres que sí recibieron lactancia materna prolongada (28). Lo que sí ha sido demostrado es que en los recién nacidos, especialmente en los prematuros, la ausencia de lactancia materna afecta su capacidad cognitiva y de concentración (29). En el caso del sistema visual, existen evidencias experimentales que demuestran que el déficit nutricional de DHA disminuye la agudeza visual y probablemente la percepción de los colores (30). No existen evidencias que asocien la capacidad visual de un individuo con sus capacidades cognitivas y de concentración, aunque ambas se asocian a deficiencias de DHA durante el período perinatal. De cualquier forma, independientemente del efecto positivo que puedan tener las fórmulas suplementadas con DHA y AA, existe consenso sobre el carácter irremplazable que tiene la lactancia materna.


La Tabla 2 resume los principales aspectos relacionados con la importancia bioquímica y nutricional del DHA.



6. Como Suplementar la Nutrición Infantil de la madre con DHA

Se han realizado numerosos esfuerzos para incorporar ácidos grasos de cadena larga de la serie omega-3 a productos para consumo infantil y para embarazadas y nodrizas. Inicialmente los aceites marinos parecieron constituir una buena alternativa, ya que naturalmente presentan altas concentraciones de ácidos grasos omega-3, en el rango de 18-30% de EPA + DHA (31). Debidamente desodorizados y estabilizados a la oxidación mediante la adición de antioxidantes, fueron incorporados experimentalmente a diferentes productos como tales o en la forma de concentrados (28). Sin embargo, la evaluación de sus efectos no fue del todo positiva, ya que la presencia de EPA en las mezclas produce una disminución significativa del contenido tisular de AA y retraso en la velocidad de crecimiento (28). Además, se ha observado que fórmulas infantiles desarrolladas en formas experimentales y adicionadas con aceite de pescado aumentan la incidencia de enteritis necrótica en niños de pretérmino (32). Debido a estas consideraciones, las fórmulas infantiles que actualmente están disponibles y que son adicionadas de ácidos grasos omega-3 contienen sólo DHA, y en una relación equilibrada con el contenido de AA (27).
El EPA compite con el AA en numerosas funciones bioquímicas y no es recomendable que se produzca un desequilibrio en la acción de este último ácido graso debido a la presencia del EPA. Hay que recordar que el EPA parece ser solo un intermediario en la cadena metabólica que lleva a la síntesis de DHA. Por este motivo, los esfuerzos se han encaminado a la búsqueda de fuentes que aporten solo DHA o este ácido graso y AA. Actualmente existen varias alternativas tecnológicas de diferente costo y eficiencia para lograr aportes de DHA libre de EPA. Es posible preparar concentrados de DHA en la forma de triglicéridos o como ácido graso libre a partir de micro algas modificadas genéticamente y que recientemente han obtenido la categoría GRAS (generally recognized as safe) por el FDA (USA) (33). También, es posible disponer tanto de DHA como de AA en la forma de fosfolípidos a partir de yema de huevo con alto contenido de estos ácidos grasos obtenida a partir de huevos provenientes de gallinas que por manipulación de la dieta incrementan el contenido de ácidos grasos de cadena larga omega-3 y omega-6 en sus huevos (34). Mediante procedimientos biotecnológicos que aprovechan la especificidad de lipasas de origen animal y/o vegetal, es posible preparar monoglicéridos que contienen DHA o AA, los cuales pueden ser fácilmente adicionados a diferentes productos con excelentes resultados de digestibilidad y valor biológico (35). En algunos países europeos y asiáticos es posible encontrar una gran variedad de productos adicionados con DHA, tales como leches, yogurt, masas, quesos, margarinas, mayonesas, chocolates, etc (36). Es probable que en el futuro, dado el impacto nutricional de estos productos y la demanda que se ha creado, aparezcan nuevas fuentes no convencionales de DHA o de otros ácidos grasos omega-3 de cadena muy larga.


REFERENCIAS
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5. Valenzuela A, Sanhueza J, Garrido A. Acidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3: cuándo y por qué es necesaria la suplementación con estos ácidos grasos. Aceites y Grasas 1999; IX: Pag. 294-299.
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lunes, 8 de diciembre de 2008

ÁCIDO DOCOSAHEXAENOICO (DHA) EN EL DESARROLLO FETAL Y EN LA NUTRICIÓN MATERNO-INFANTIL

El ácido docosahexaenoico (C22:6, DHA), es un ácido graso altamente insaturado (posee 6 dobles enlaces) y que pertenece a la serie o familia de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena muy larga (superiores a 18 carbonos). El DHA en el desarrollo y función del sistema nervioso y en el órgano visual en el feto y el recién nacido, y la nutrición de la madre el consumo de este ácido graso, particularmente durante la gestación y la lactancia.
1. Característica Estructurales del DHA
El DHA es el ácido graso más poliinsaturado (con mayor número de dobles enlaces) que es posible encontrar en cantidades apreciables en los tejidos de los mamíferos(1). El DHA es un ácido graso omega-3, al igual que el ácido eicosapentaenoico (C20:5, EPA) y el ácido alfa-linolénico (C18:3, LNA), porque su primer doble enlace se ubica en el carbono 3, contando desde el extremo más alejado del grupo funcional ácido (grupo carboxilo), que caracteriza a todos los ácidos grasos. Existen otras familias de ácidos grasos; la omega-6, en la cual el primer doble enlace se ubica en el carbono 6. El ácido linoleico (C18:2, LA), el ácido araquidónico (C20:4, AA) y el ácido docosapentaenoico (C22:5, DPA), son los ácidos grasos más importantes de esta familia. Finalmente, la familia de los omega-9, denominada así debido a la ubicación del primer doble enlace en el carbono 9, tiene como representante más importante al ácido oleico (C18:1, OL). Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 son considerados esenciales debido a que los mamíferos no pueden incorporar dobles enlaces en las posiciones 3 y 6 por lo cual estos ácidos grasos, o sus precursores más importantes, el LA en el caso de los omega-6 y el LNA para los omega-3, deben estar presentes en nuestra dieta(2). No ocurre lo mismo con los ácidos grasos omega-9. Estos sí pueden ser sintetizados a partir de ácidos grasos de menor complejidad estructural producidos por el propio organismo, por lo cual no son esenciales (2).
El DHA posee una estructura molecular muy particular debido al alto número de dobles enlaces que presenta. Su estructura espacial semeja un helicoide, similar al de las proteínas o al del DNA y su punto de fusión es muy bajo, inferior a -20°C, por lo cual, es un líquido bajo toda condición biológica (3). No se encuentra libre en la naturaleza, ya forma parte de los triglicéridos y de los fosfolípidos, moléculas que constituyen las estructuras de depósito y las membranas de las células, respectivamente.

2. Origen Nutricional y Ubicación Celular del DHA
El DHA no está presente en las fuentes nutricionales de ácidos grasos de origen terrestre, aunque sí lo está su precursor más importante, el LNA, quien se encuentra en relativa cantidad en los aceites vegetales extraídos de ciertas semillas, como es el caso de la soja, la canola o raps modificado, o la linaza(4). La fuente más importante de DHA son los organismos vegetales y animales de origen marino. Los componentes del fitoplancton, especialmente aquellos fotosintéticos, lo sintetizan con mucha eficiencia. Los peces y los animales marinos en general (mamíferos, moluscos, bivalvos, etc) lo incorporan a sus estructuras celulares como parte de la cadena alimentaría, aunque no se descarta que éstos tengan la capacidad de biosintetizarlo a partir de precursores más simples (5).
El DHA proveniente de la dieta o de la síntesis endógena, se encuentra prácticamente en todos los tejidos, lo cual es indicativo de su importancia. Sin embargo, es particularmente abundante en tejido cerebral, en los conos y bastoncitos de la retina y en las gónadas, especialmente en los espermios, tejidos en los que puede constituir el 40%-60% de los ácidos grasos poliinsaturados (6). También se le puede identificar en el plasma sanguíneo y en la membrana de los eritrocitos, que se consideran como buenos marcadores del estado nutricional general del DHA y también del AA, y de cuya relación se comentará más adelante (7).
3. Síntesis Endógena de DHA
El hombre y los mamíferos en general, con la excepción de los felinos, tienen la capacidad de sintetizar DHA a partir del precursor LNA (8). Esto ocurre gracias a un sistema constituido por enzimas elongasas y desaturasas, que aumentan el tamaño de la cadena de carbonos y que introducen nuevos dobles enlaces, respectivamente, a los ácidos grasos precursores. Estos procesos ocurren en el retículo endoplasmático celular (9). De esta forma, el LNA tras sucesivas desaturaciones y elongaciones se transforma en EPA y posteriormente en DHA.
La síntesis de DHA, y en general de los ácidos grasos omega-3, es un proceso interdependiente de la síntesis de los ácidos grasos omega-6. En efecto, ambos precursores, el LA y el LNA compiten por las mismas enzimas (∆5- y ∆6-desaturasas) en el proceso de transformación a sus respectivos derivados de mayor tamaño de cadena e instauración (10). Sin embargo, estas enzimas tienen mucho más afinidad por los ácidos grasos omega-3 que por los de la familia omega-6, por lo cual se requieren cantidades muchos mayores de estos últimos ácidos grasos para mantener una velocidad de síntesis adecuada a los requerimientos del organismo (11). De esta forma, un aporte dietario mayoritariamente constituido por ácidos grasos omega-6, como ocurre a partir del consumo de aceites vegetales tales como maravilla y maíz, puede inhibir significativamente la formación endógena de ácidos grasos omega-3, en especial de EPA y DHA, cuya consecuencia es motivo de estudio actualmente debido a que la dieta occidental aporta principalmente ácidos grasos omega-6 y muy poco omega-3 (12).
4. La Función Del DHA en los Tejidos
Se han identificado muchas funciones bioquímicas del DHA, entre las que destacan sus efectos a nivel de la regulación génica (13), en el control del sistema inmunológico (14), como un posible segundo mensajero (15), todas ellas aún poco conocidas desde el punto de vista molecular. Sin embargo, su efecto en la función de las membranas celulares, a través de la regulación de la fluidez, es el mejor caracterizado. La presencia de DHA en las membranas las fluidiza, esto es, facilita el movimiento de otras moléculas a través de su superficie o en su interior hidrofóbico (16). Este efecto es particularmente importante en la formación y función del sistema nervioso y visual de los mamíferos. En el cerebro el DHA participa en la neurogénesis, en la migración de las neuronas desde zonas ventriculares a la periferia, en la mielinización y en la sinaptogénesis (17). En el órgano visual, facilita el movimiento de la rodopsina en los fotorreceptores permitiendo la transformación del estímulo visual en una señal eléctrica (18).
El DHA en el desarrollo del sistema nervioso. El desarrollo del sistema nervioso y en especial del cerebro, ocurre en el último tercio del período gestacional, esto es, en el caso del humano durante los últimos tres meses del embarazo. Es aquí donde comienza en forma activa la formación de las neuronas y donde el requerimiento de DHA aumenta considerablemente. No está claro aún si el feto en este estado del desarrollo es capaz de formar todo el DHA que requiere este proceso, por lo cual la participación de la madre aparece como crucial en esta importante etapa del desarrollo (19). En efecto, la madre traspasa activamente al feto sus reservas de DHA, acumuladas principalmente en el hígado y en el tejido adiposo. La movilización de DHA desde la madre al feto a través de la placenta, implica que la concentración de DHA en el cerebro (donde llega a constituir el 40% del contenido de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga) es mayor que la concentración en el plasma fetal y ésta, a su vez, mayor que la de la placenta y del plasma materno. Este proceso que ha sido identificado como biomagnificación es una demostración de la activa transferencia de DHA madrecplacentacfeto(20). Cabe destacar que la barrera hematoencefálica es impermeable a los ácidos grasos saturados, monoinsaturados y al colesterol, los cuales deben ser formados por el cerebro. En cambio es permeable a los ácidos grasos omega-6 y omega-3. La pregunta, aun sin una respuesta definitiva, es si en la etapa gestacional el cerebro puede formar DHA a partir del LNA que le transfiere la placenta, o si requiere de un DHA preformado dada su incapacidad para desaturar y elongar al LNA. En las etapas tardías del último trimestre gestacional los astrocitos adquieren la función de suplir con DHA a las neuronas en formación (21).
El DHA en la función visual. El tejido visual es una estructura derivada del sistema nervioso y que al igual que el cerebro tiene una extraordinaria capacidad para captar DHA desde el plasma, aunque tampoco está claro si también tiene la capacidad para formar DHA a partir de precursores de menor tamaño. En la retina el DHA forma parte de los fotorreceptores de los conos y bastoncitos (22). Estas estructuras de la membrana, asociadas a la rodopsina, participan en la conversión del estímulo luminoso en un estímulo eléctrico (depolarización de membranas) y en los procesos de transducción de señales que acompañan a este fenómeno. No hay evidencias que la retina pueda sintetizar DHA a partir de sus precursores. Sin embargo, este ácido graso es continuamente reutilizado en el tejido ya que el recambio de los conos y de los bastoncitos es muy activo (23). Estas células desprenden continuamente segmentos de la membrana (10% de su estructura diariamente) de la parte de ésta sensible a la luz (los segmentos externos de los fotorreceptores), que son continuamente fagocitados por las células del epitelio pigmentado de la retina, produciéndose así una activa reutilización de los productos de la fagocitocis, entre ellos del DHA (24).
5. Requerimientos Metabólicos del DHA
El cerebro y la retina de los adultos mantienen una cantidad relativamente constante de DHA en su composición lipídica, lo cual indica que estos órganos son a su vez relativamente independientes de las variaciones del aporte dietario de DHA. En el caso del cerebro, éste podría mantener un aporte constante de DHA a partir de su propia capacidad de síntesis. La retina se proveería de DHA a partir del aporte hepático, aunque como ya se comentó, este ácido graso estaría sometido a un activo recambio por reciclaje dentro del órgano visual, por lo cual los requerimientos de DHA plasmático serían más bien modestos. Sin embargo, en la etapa de gestación intrauterina y en el período post-natal, abarcando incluso los primeros dos o tres años de vida, el requerimiento de DHA por parte del cerebro y de la retina parece ser crítico y fundamental para la función posterior de ambos tejidos.
Durante el último tercio del período de gestación los requerimientos de DHA aumentan considerablemente. El feto tiene capacidad para formar DHA en el hígado, el que es exportado hacia el incipiente tejido cerebral. Sin embargo, aparentemente los requerimientos de DHA exceden a la capacidad de síntesis ya que la placenta capta DHA a razón de 60-70 mg/día desde el plasma materno para transferirlo al plasma fetal (25). Esta captación no es exclusiva para los ácidos grasos omega-3, ya que se estima que la captación de ácidos grasos omega-6 fluctúa en 500-600 mg/día (25). La captación de ácidos grasos omega-3 (principalmente DHA) por parte del cerebro y del cerebelo es mucho más activa durante la vida uterina que después del nacimiento. No ocurre lo mismo con los ácidos grasos omega-6, e incluso omega-9, cuya incorporación continúa en forma muy activa aun después del nacimiento (25).
El proceso de biomagnificación del DHA, ya comentado, y que implica una ávida captación y concentración de DHA por parte del feto, significa para la madre una reducción considerable de sus reservas de DHA, por lo cual ella debe suplementar su dieta con este ácido graso o con sus precursores (26). Esta situación se hace más crítica cuando se trata de embarazos muy seguidos o de alumbramientos múltiples. Durante el período post-natal el DHA que requiere el recién nacido es aportado por la leche materna, la que contiene una pequeña pero significativa cantidad de DHA (0,2-0,4% de la grasa láctea) y con una alta biodisponibilidad, pero que varía con las condiciones de alimentación de la madre. Esta situación pone en tela de discusión el uso de fórmulas que reemplazan a la leche materna y que no están suplementadas con DHA (y también con AA, como se discutirá más adelante). Se ha sugerido que las madres embarazadas y en lactación deberían recibir una suplementación de DHA de al menos 300 mg/día (27). En este sentido, algunos países europeos y la mayoría de los países asiáticos mantienen una ventaja en lo que se refiere al aporte perinatal de DHA, ya que desde hace algunos años cuentan con fórmulas que aportan diferentes cantidades de DHA y de AA al recién nacido.

El significado del aporte de DHA durante el período de gestación y después del nacimiento es considerado importante por algunos especialistas, quienes plantean que la deficiencia en el aporte de este ácido graso durante el período más crítico puede resultar en diferencias significativas en el desarrollo intelectual del individuo (25). Sin embargo, este aspecto, que puede resultar trascendental para el individuo y para el ambiente social donde se desenvuelve, no es plenamente aceptado por otros investigadores, quienes argumentan que varias generaciones han sido alimentadas con sustitutos de la leche materna carentes de ácidos grasos omega-3 de cadena muy larga (específicamente DHA) sin que sean apreciables las diferencias en la inteligencia y el desarrollo mental de éstos, al compararse con sus congéneres que sí recibieron lactancia materna prolongada (28). Lo que sí ha sido demostrado es que en los recién nacidos, especialmente en los prematuros, la ausencia de lactancia materna afecta su capacidad cognitiva y de concentración (29). En el caso del sistema visual, existen evidencias experimentales que demuestran que el déficit nutricional de DHA disminuye la agudeza visual y probablemente la percepción de los colores (30). No existen evidencias que asocien la capacidad visual de un individuo con sus capacidades cognitivas y de concentración, aunque ambas se asocian a deficiencias de DHA durante el período perinatal. De cualquier forma, independientemente del efecto positivo que puedan tener las fórmulas suplementadas con DHA y AA, existe consenso sobre el carácter irremplazable que tiene la lactancia materna.

6. Como Suplementar la Nutrición Infantil de la madre con DHA
Se han realizado numerosos esfuerzos para incorporar ácidos grasos de cadena larga de la serie omega-3 a productos para consumo infantil y para embarazadas y nodrizas. Inicialmente los aceites marinos parecieron constituir una buena alternativa, ya que naturalmente presentan altas concentraciones de ácidos grasos omega-3, en el rango de 18-30% de EPA + DHA (31). Debidamente desodorizados y estabilizados a la oxidación mediante la adición de antioxidantes, fueron incorporados experimentalmente a diferentes productos como tales o en la forma de concentrados (28). Sin embargo, la evaluación de sus efectos no fue del todo positiva, ya que la presencia de EPA en las mezclas produce una disminución significativa del contenido tisular de AA y retraso en la velocidad de crecimiento (28). Además, se ha observado que fórmulas infantiles desarrolladas en formas experimentales y adicionadas con aceite de pescado aumentan la incidencia de enteritis necrótica en niños de pretérmino (32). Debido a estas consideraciones, las fórmulas infantiles que actualmente están disponibles y que son adicionadas de ácidos grasos omega-3 contienen sólo DHA, y en una relación equilibrada con el contenido de AA (27).
El EPA compite con el AA en numerosas funciones bioquímicas y no es recomendable que se produzca un desequilibrio en la acción de este último ácido graso debido a la presencia del EPA. Hay que recordar que el EPA parece ser solo un intermediario en la cadena metabólica que lleva a la síntesis de DHA. Por este motivo, los esfuerzos se han encaminado a la búsqueda de fuentes que aporten solo DHA o este ácido graso y AA. Actualmente existen varias alternativas tecnológicas de diferente costo y eficiencia para lograr aportes de DHA libre de EPA. Es posible preparar concentrados de DHA en la forma de triglicéridos o como ácido graso libre a partir de micro algas modificadas genéticamente y que recientemente han obtenido la categoría GRAS (generally recognized as safe) por el FDA (USA) (33). También, es posible disponer tanto de DHA como de AA en la forma de fosfolípidos a partir de yema de huevo con alto contenido de estos ácidos grasos obtenida a partir de huevos provenientes de gallinas que por manipulación de la dieta incrementan el contenido de ácidos grasos de cadena larga omega-3 y omega-6 en sus huevos (34). Mediante procedimientos biotecnológicos que aprovechan la especificidad de lipasas de origen animal y/o vegetal, es posible preparar monoglicéridos que contienen DHA o AA, los cuales pueden ser fácilmente adicionados a diferentes productos con excelentes resultados de digestibilidad y valor biológico (35). En algunos países europeos y asiáticos es posible encontrar una gran variedad de productos adicionados con DHA, tales como leches, yogurt, masas, quesos, margarinas, mayonesas, chocolates, etc (36). Es probable que en el futuro, dado el impacto nutricional de estos productos y la demanda que se ha creado, aparezcan nuevas fuentes no convencionales de DHA o de otros ácidos grasos omega-3 de cadena muy larga.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Viernes 5 diciembre. QB. 10 am

¡Hola!
esta entrada es nada más para avisar, principalmente a Cristal (ya que los demás ya saben), o a los interesados que mañana viernes 5 de diciembre a las 10 am irá la maestra Maciel a QB para tratar asuntos relacionados con la materia de redacción.
Gracias.

lunes, 1 de diciembre de 2008

hola maestra, este es mi articulo yaaa, me gustaria que me dijera cuando puedo verla para que me haga mis correcciones, aparte en el articulo que subi no aparece una tabla. ya lo intebnte y no la pude subir, me gustaria entregarselo impreso.
muichas graciass!!1
ADENOSIN DESAMINASA COMO NUEVO MARCADOR PARA EL DIAGNOSTICO DE TUBERCULOSIS PLEURAL
UNIVERSIDAD DE SONORA
Alejandra Grajeda García

ResumenLa Tuberculosis Pleural es un tipo de tuberculosis, relativamente frecuente estando ligada a la alta prevalencia. El diagnostico de tuberculosis pleural es un problema clínico común, costoso y de larga duración. Este es de suma importancia sobre todo en países en donde hay mayor incidencia de esta patología.El diagnóstico se resuelve a través de una punción pleural así como la Biopsia Pleural para el estudio histológico y microbiológico, en el cual se realiza un cultivo del esputo, y del Líquido Pleural estas pruebas no son prácticas en el sentido clínico, debido a que son de larga duración. Por lo que no ayudan a tomar una oportuna y adecuada decisión terapéutica, es por eso que hay nuevas pruebas diagnósticas más rápidas y con la misma certeza.

INTRODUCCION
La tuberculosis pleural (TBP) es relativamente frecuente, estando ligada a la prevalencia de la tuberculosis (TB) de cada región; mientras se observa con frecuencia en los países más pobres, se transforma en una rara entidad clínica en los países desarrollados (9).

La tuberculosis pleural se debe a una infección por el bacilo Mycobacterium tuberculosis(1). La Mycobacteria invade la cavidad pleural principalmente por la ruptura de subpleura dañada dentro de las 6 a 12 semana después de una infección primaria. Las proteínas del bacilo parecen inducir una reacción de hipersensibilidad retrasada que estimula a linfocitos y a su entorno libera ciertas linfoquinas que: activan macrófagos contra Mycobacterium, cambian la permeabilidad de los vasos pleurales y afecta la formación de granulomas.

El derrame pleural tuberculoso es una pleuritis granulomatosa aguda causada por la infección reciente de la mycobacteria (4). El 80-90% de los derrames pleurales que se detectan en pacientes entre 15 y 30 años son de origen tuberculoso. (9)
El diagnostico de este es un problema clínico común y de mayor importancia debido a su prevalencia, el diagnostico de la tuberculosis pleural se resuelve a través del estudio histológico, punción pleural para su previo cultivo microbiológico, combinados con el cultivo de liquido pleural y esputo
El diagnóstico del derrame pleural tuberculoso deja un desafío clínico. Las pruebas de tuberculina son inespecíficas e insensibles. Por consiguiente, los cultivo de biopsia de la pleura y líquido pleural son regularmente, negativos (1)
El estándar de oro para el diagnóstico de tuberculosis es la identificación del bacilo. Sin embargo, el cultivo de Mycobacterium, consume mucho tiempo y no es bastante sensible. Los cultivos son positivos sólo en un tercio de muestras de fluidos pleurales y alrededor de dos tercios de especímenes de biopsia pleural. La presencia de granulomas sobre el espécimen de biopsia pleural es aceptada como diagnóstico.
El diagnóstico de tuberculosis pleural ha mejorado por el empleo de marcadores bioquímicos, que son más rápidos y pueden ser más sensibles. La enzima Adenosina deaminasa es uno de los mejores, proporciona la base confiable para una decisión de tratamiento en tuberculosis., sin embargo también se ve elevada en muchas otras condiciones como, empiemas, enfermedades reumatoides y desórdenes linfoproliferativos. (2)
ADA es una enzima involucrada en el catabolismo de las purinas y está presente en abundancia en los linfocitos. Está relacionada con la diferenciación y proliferación linfocitico y aumenta durante la respuesta antigénica (1). Es una enzima importante que cataliza la deaminación de adenosina y deoxyadenosina en inosina y desoxyinosina. Esta conversión es un paso inicial de una serie de reacciones responsables de la proliferación y diferenciación de linfocitos. Por lo tanto, es considerada un indicador de inmunidad celular.
Es importante recordar que ADA está presente en todas las células y a pesar del gran número de estudios realizados hasta el momento, el papel fisiológico que juega en los diferentes tejidos no es aún claro. (3)
La Adenosina deaminasa (ADA) ha ganado popularidad como una prueba diagnóstica para la tuberculosis pleural, sobre todo en países donde el predominio de TB es alto. La prueba es barata y fácil para medir (1).La determinación de ADA se realiza por un método colorinetrico de Giusti y Galanti el calcula la actividad del ADA mediante la determinación de la inosina liberada en la reacción de desaminación a través de una serie de reacciones enzimáticas acopladas (5).

MATERIALES Y METODOS
Método colorimétrico (Giusti y Galanti).

Reactivos
1.- Fosfato de sodio dehidrogenado NaH2PO4.H2O
2.- Fosfato de Sodio Dibásico anhidro Na2HPO4
3.- Adenosina
4.- Fenol
5.- Nitroprusiato de Sodio Na2(Fe[CN]NO).2H2O
6.- Hipoclorito de Sodio
7.- Hidróxido de Sodio 1N
8.- Sulfato de amonio (NH4)2SO4


Preparación de Reactivos.

Las soluciones se deben preparar con H2O bidestilada, libre de NH4. El amonio puede ser removido con la adición de H2SO4 y KMnO4.
1.- Buffer de Fosfato (50mM; pH 6.5)
Disolver 4.73 gr de NaH2PO4.H2O y 2.228 gr de Na2HPO4 anhidro en agua destilada, aforar a 1000 ml con agua destilada hervida.

2.- Solución de Buffer de Adenosina (adenosina 21mM, fosfato 50 mM, pH 6.5).
Agregar 15 ml del Buffer de fosfato (1) a 140 mg de Adenosina, disolver, aforar a 25ml en un matraz volumétrico con el mismo buffer de fosfato, colocarlo en baño maría y después enfriarlo con agua de la llave. Finalmente, ajustar el pH a 6.5

3.- Solución Stock de Sulfato de Amonio (15mM)
Disolver 1.982 gr de sulfato de amonio anhidro en agua destilada libre de amonio, aforar a 100 ml y mezclar vigorosamente.

4.- Solución Standard de Sulfato de Amonio (75µM; 0.15µval; NH3/mL)
Diluir 0.5ml de la solución stock (3) en el 100ml con buffer de fosfato (1)

5.- Solución de Fenol/Nitroprusiato (Fenol 106 mM; Nitroprisiato de sodio 0.17 mM).
Disolver 10 gr de Fenol y 50 mg de Nitroprusiato de Sodio en 500ml de agua destilada y aforar a 1000ml.

6.- Solución de hipoclorito alcalino (11mM NaOCl; 125 mM NaOH).
Mezclar 125 ml de NaOH 1N y 13.6 ml de clorox al 6%, aforar a 1000 ml con agua destilada o 14.9 ml de clorox al 5.5%


Las soluciones 1, 3, 4, 5 se colocan en frascos ámbar. Se almacenan de 0-4 ºC siendo estables por 2 meses, excepto la solución de Adenosina que se tiene que preparar diariamente (56mg de adenosina en 10 ml de solución buffer de fosfato).


Muestra
Se recolectan muestras de pacientes con tuberculosis diagnosticada para un control positivo y muestras de pacientes con otro tipo de derrame pleural (como insuficiencia cardiaca,fallo renal, cáncer de pulmon, etc.) para un control negativo.

Procedimiento
Se utiliza un espectrofotómetro para el análisis de Adenosín Deaminasa (ADA) en líquido pleural siguiendo los siguientes parámetros.

Longitud de onda: 620-650 nm
Longitud de onda óptima: 628 nm
Volumen de incubación: 1.05 ml
Temperatura de incubación: 37ºC
Volumen final: 7.05 ml
Se lee contra blanco reactivo, ajustado previamente con blanco de agua.







Pipetear en tubos:
Blanco reactivo
Estándar
Blanco problema
Problema
Buffer de fosfato (1)
1.0 ml
----
----
----
Solución Buffer de Adenosina (2)
----
----
1.0 ml
1.0 ml
Solución estándar Sulfato de Amonio (4)
----
1.0 ml
----
----
Problema (Líquido pleural)
----
----
----
0.05 ml
Agua destilada
0.05 ml
0.05 ml
----
----

Se mezclan y tapan los tubos con parafilm y se incubaron por 60 min a 37ºC en baño maría.
La adición de agua destilada puede ser omitida sin provocar ningún error apreciable.

Solución de fenol/nitroprusiato (5)
3.0 ml
3.0 ml
3.0 ml
3.0 ml
Problema (Líquido pleural)
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----
0.05 ml
----
Solución hipoclorito alcalino (6)
3.0 ml
3.0 ml
3.0 ml
3.0 ml

Se incuba 30 min a 37ºC en baño maría y se leyó absorbancia contra blanco reactivo.

BIBLIOGRAFIA

(1) Y. C. Gary Lee, MBChB; Jeffrey T. Rogers, RRT. Adenosine Deaminase
Levels in Nontuberculous Lymphocytic Pleural Effusions. Oficial publication of the American Collage of Chest Physicians. Septiembre, 2000

(2) Denise Duprat Neves, Ricardo Marques Dias and Antônio José Ledo A.
da Cunha. Predictive Model for the Diagnosis of Tuberculous Pleural Effusion. The Brazilian Journal of Infectious Diseases, Rio de Janeiro, RJ, Brazil. 2007;11(1):83-88.

(3) Felipe Francisco Tuon, Vivian Iida da Silva. The Usefulness of Adenosine
Deaminase in the Diagnosis of Tuberculous Pericarditis. Rev. Inst. Med. trop. S. Paulo 49(3):165-170, May-June, 2007

(4) Luis Valde´s, MD; DavidA´ lvarez, MD. Tuberculous Pleurisy A Study of
254 Patients. Arch Intern Med. 1998;158:2017-2021

(5) Cecilia Coitinho, Rosario San Martín. Utilidad de la dosificación de
adenosin deaminasa en el diagnóstico de la tuberculosis pleural.
(6) Manuel Haro, Juan Ruiz Manzano, Josep Morera. Análisis de 90 casos de
tuberculosis pleural en relación a los valores de la adenosina desaminasa.

(7) Kent D. Miller, PhD, MD; Randal Barnette, Stability of Adenosine
Deaminase During Transportation. Saint Thomas Foundation. Abril, 2004

(8) Denise Duprat Neves, Ricardo Marques Dias. Predictive Model for the
Diagnosis of Tuberculous Pleural Effusion. The Brazilian Journal of Infectious Diseases 2007;11(1):83-88.

(9) http://www.saludalia.com/docs/Salud/web_saludalia/temas_de_salud/doc/respiratorio/doc/doc_derrame_pelural.htm
(10) Fidel Camacho Durán, MD, FAC. Capitulo XXII. Derrame Pleural. Universiddad El Bosque. Fundación Santa Fe de Bogotá.

domingo, 30 de noviembre de 2008

GASTRITIS CAUSADA POR HELICOBACTER PYLORI

RESUMEN

Helicobacter pylori es una bacteria que se guarda en la mucosa del estomago produciendo inflamaciones, ulceras y cáncer en el estomago.
Las infecciones por H. Pylori se limitan ala mucosa del estomago y en su mayor parte son asintomáticas incluso después de muchos años. Un síntoma de gastritis es dolor que quema en la parte alta del abdomen, acompañado por nauseas y en ocasiones vómitos.
Las infecciones causadas por esta bacteria pueden ser controladas por antibióticos, no antibióticos, debido que utiliza tratamientos combinados dependiendo de la infección de esta.
H.P ylori es el agente causal que la Organización Mundial de Salud declara agente carcinógeno de la clase I.


ANTECEDENTES

A finales del siglo XIX Bizzozero describió la presencia de bacterias espirales en el estómago de perros y gatos, sin embargo, no adquirió verdadera importancia hasta que se cultivó Helicobacter pylori, en Australia en 1982, a partir de muestras de mucosa gástrica de pacientes con úlcera y gastritis. Desde 1989 se le considera la especie un nuevo género, llamado Helicobacter en la que existen al menos otras 19 especies.
El descubrimiento de que H. pylori estaba implicado en diferentes patologías gástricas, ha supuesto un cambio conceptual, ya que es la primera vez que una bacteria se considera como causante de un proceso gástrico el cual era tratado de forma paliativa pero no curativa.
H. Pylori se ha considerado un turista accidental que se estableció en el estomago del hombre y se quedo fijo en al población original durante miles de años conforme esta se dispersaba de un continente a otro.


MORFOLOGIA

· Son bacilos Gram negativos
· Tiene forma de bastoncillos delgados con flagelos polares
· Tiene forma de espiral
· También se pueden formar, formas cocoides, redondas estas formas dan resistencia y se dice que es una forma de muerte.
· Tiene membrana externa
· Tiene membrana plasmática
· Contiene una vaina que protege a los flagelos.


HABITAT Y CRECIMIENTO

· Medios mucosos
· Paredes lisas con ácidos grasos
· PH: 6 – 7 entre lugares ácidos y casi neutros
· Se sitúa en la capa mucosa profunda del estómago cerca de la superficie epitelial gástrica secretoras de moco.
· Su crecimiento es enriquecido por medios ácidos como se ha dicho en la mucosa del estómago
· En medios de cultivo no selectivos la cual se utiliza agar sangre (medios donde puede crecer cualquier bacteria creados en el laboratorio)
· Las cepas de H. Pylori (cepas son medios de cultivo realizados en el laboratorio), se desarrollan en aire conteniendo CO2
· Crecen a una temperatura de 35 a 37°C
· La humedad favorece a su crecimiento
· Para que puedan crecer en cepas se necesita incubar durante 3 y 5 días en algunos casos hasta 7 días.
· Son microorganismos aerofilicos.


INFECCION

Su infección es variada y esta asociada a los bajos estatus socioeconómicos y hacinamiento de la vivienda.
La infección se puede adquirir desde la infancia y va aumentando con la edad. En la actualidad se dice que realmente no se conoce la trasmisión concisa de H. Pylori pero se ha propuesto vías de infección que pueden ser:
· Oral-oral
· Fecal-oral
· Oral-gástrica
· A partir de una fuente de ambiente


Estas vías de infección se ven relacionadas dependiendo de los factores de riesgo como pueden ser:
· Vivir en un estatus socioeconómico bajo
· Vivir y tener hábitos no adecuados de higiene.
· Comer alimentos y beber aguas en malas condiciones
El proceso de infección se basa en dos formas que son:
Adhesión está relacionada con la gravedad de la gastritis puesto que se ha observado que a mayor número de bacterias adheridas, mayor daño.
La adhesión de la H. Pylori se debe para resistir la eliminación y el ambiente acido del mucosa gástrica.


Colonización se lleva acabo por tres procesos que son:
1. La bacteria se coloniza en la cavidad oral
2. Colonización en al capa mucosa gástrica
3. Se produce la unión a las células del epitelio gástrico donde las uniones se producen por medio de proteínas y receptores.
La colonización casi siempre se lleva acabo por medio de un infiltrado celular que produce inflamación de linfocitos y formación de micro abscesos. Esta inflamación se debe a la acción toxica de la ureasa ya que esta enzima le da protección a la bacteria frente al PH acido del estomago; así como también esta enzima permite que la bacteria pueda utilizar el nitrógeno proveniente de la urea; provoca un importante daño histológico al originar entre sus subproductos hidróxido de amonio y por interaccionar con el sistema inmune originando más productos oxidativos dañinos.
Por medio de otros factores de proteínas ayudan a la bacteria a causar daños inflamatorios como lo son:
· Lipopolisacaridos que engañan al sistema inmune del organismo y así poder permanecer unidos ala mucosa sin ser eliminados por la respuesta inflamatoria.
· Fosfolipasas que degradan componentes lipidicos de la mucosa que le proporcionan integridad.
· Otras toxinas que dan una inflamación prolongada y agresiva dando como resultado de la muerte celular epitelial (células que forman una capa de piel) formando ulceras.
· Otros factores que pueden causar daños a la capa mucosa son las formas espirales de la bacteria que le dan forma de sacacorchos y así poder introducirse a las células epiteliales del moco gástrico.
· También los flagelos que le dan mayor movilidad y así escapar de agentes degradables del sistema inmune.


MANIFESTACIONES O SINTOMAS

La infección por H. Pylori es silenciosa o produce una enfermedad caracterizada por:
· Nauseas
· Dolor en la parte alta del estomago que dura 2 semanas aproximado
· Anorexia en algunos casos
· Eructos
· Ardor en ele estómago
· Hinchazón
· Dolor abdominal
En algunos pacientes se conservan asintomáticos durante mucho tiempo hasta que se les perfora la ulcera y esta perforación produce:
· Hemorragias extensas
· Peritonitis


DIAGNOSTICO

El diagnostico se clasifica en dos:
Invasivos: son aquellos donde se realizan endoscopias y la obtención de muestra para el cultivo de la mucosa gástrica.


Cultivo: se utiliza para observar la sensibilidad de las cepas a diferentes tipos de agentes antimicrobianos, pero es algo lento que ocupa un poco de tiempo.
Prueba de la ureasa: es un método rápido, económico y sencillo que se realiza ahí mismo en la consulta. Este se realiza mediante la introducción de la biopsia gástrica en una solución de urea que contiene un indicador de cambio de pH. Está basado en la detección indirecta de la gran cantidad de ureasa que produce H. pylori.
Endoscopias del esófago, estomago y duodeno
No invasivos: aquellos que no requieren de un diagnostico.
Prueba de aliento: Se ingiere urea marcada con un isótopo de carbono. Ésta es hidrolizada por la ureasa de H. pylori escindiéndola en amonio y en CO 2 que contiene el isótopo marcado. Éste difundirá a los pulmones por la circulación y será expulsado por la boca con el aliento espirado que se recogerá y se medirá mediante un espectrómetro de masas o espectrometría de infrarrojos.
Por medio de heces: se toma la muestra se lleva acabo un análisis.
Prueba de sangre


TRATAMIENTO Y PREVENCION
  • Dura de 10 a 14 dias
  • Se usan antibióticos como: *Claritomicina, *amoxicilina, *metronidazol.ç
  • Inhibidores como: * omeprazol, * lansoprazol, *esomeprazol
  • Antihistamínicos como: *ranitidina, *famotidina, *cimetidina, *bismuto. *nizatidina.

PREVENCION
  • Lavarse las manos antes y después de ir al baño
  • No comer alimentos en mal estado
  • No beber agua en mal estado

    BIBLIOGRAFIA

  • Marshall B. J., Warren J. R. Unidentified curved bacilli in the stomach of patients with gastritis and peptic ulceration. Lancet 1984;1:1311-1315.
  • Goodwin C. S., Armstrong J. A., Chilvers T., Peters M., Collins M. D., Sly L., McConnell W., Harper WES. Transfer of Campylobacter pylori and Campylobacter mustelae to Helicobacter gen. nov. as Helicobacter pylori comb. nov. and Helicobacter mustelae com. nov., respectively. Int Syst Bacteriol 1989;39:397.
  • Solnick JV, Shauer DB. Emergence of diverse Helicobacter species in the pathogenesis of gastric and enterohepatic diseases. Clin Microbio Rev 2001;14:59-97.
  • Diagnostico Microbiologico, Elmer W. Koneman, Stephen D. Allen, M.D., William M. Janda Ph.D., Paul C. Schreckenberg; 5ta edición, pag. 329.
  • Microbiologia Zinsser, ed. Panamericana 20ª edición, WolfGang K. Joklik D. Phil, Hilda P. Willett pag. 916.
  • Microbiologia Medica Introduccion a las enfermedades infecciosas, Sherris, Kenneth J. Ryan, C. George, ed. Mc Graw Hill Ray 4ta edición.
  • Microbiologia Medica, Jawetz, Melnick, ed. Manual moderno.